Llamado a refundar la alianza.
Afrontemos juntos los desafíos de nuestro tiempo: construyamos una alianza para un mundo responsable, plural y solidario

Mientras que el fin de la guerra fría y la caída del muro de Berlín dejaban presagiar una nueva organización mundial fundada sobre el multilateralismo internacional basado en el derecho y la democracia, la realidad es que asistimos a un panorama bien diferente : el del reinado absoluto del imperio americano sobre el resto del mundo. La mundialización neoliberal despliega sus tentáculos sin cesar en todos los rincones del planeta y no hace sino ampliar las desigualdades entre ricos y pobres, entre Sur y Norte. El panorama mundial a principios del siglo XXI, y más aún luego del 11 de septiembre de 2001, se caracteriza por el paso de una mundialización neoliberal (en la cual la voluntad de potencia se mantenía dentro de los límites marcados por la guerra fría) a una mundialización neoimperial (en la cual la lógica de guerra se agrega a la lógica de la competencia, poniendo de claro manifiesto los intereses de Estados Unidos y sus aliados).

Aparecen nuevos desafíos, puesto que atravesamos una época de crisis profunda en la cual se multiplican las agresiones llamadas “preventivas”, desafiando cualquier ley –e incluso la ley internacional- y destruyendo no sólo a las poblaciones civiles más desvalidas sino también el medio ambiente natural. El recurso a la violencia para servir a los intereses económicos y asegurar el poder de la potencia estadounidense sobre el resto del planeta confirma un fracaso de civilización, aun cuando sus protagonistas afirmen lo contrario. En realidad, la guerra no es más que la parte visible de todo un sistema que está al servicio de los complejos militaroindustriales, formando parte de un modo de producción y una cultura patriarcales basados en la dominación, la coerción y la exclusión.

El agravamiento de las desigualdades en las distintas sociedades –pobreza y degradación de la salud, restricción de las libertades públicas en algunos países o colonización en otros- agudiza el sentimiento de injusticia y de miedo, favoreciendo el uso de la violencia y el desarrollo de discursos y prácticas xenófobas y fundamentalistas.

El siglo XXI deberá ser un siglo de grandes transformaciones, tanto en lo que se refiere a nuestra manera de pensar como de sentir, producir, consumir, comunicarnos y gobernarnos. Cada uno de nosotros lo sabe, pero al estar aislados nos sentimos paralizados por nuestra propia impotencia. Hay que reaccionar contra esa impotencia y dicha reacción se está manifestando de distintas maneras en el mundo entero.

Pues el signo alentador de nuestra época radica en que, progresivamente, se está organizando una resistencia mundial, que se manifiesta particularmente a través del surgimiento de una sociedad civil cuya importancia creciente queda demostrada en cada Foro social mundial y en otros foros sociales regionales.

Inscribiéndonos dentro de una lógica de resistencia y de propuesta, hemos participado en la construcción de una alianza para un mundo responsable, plural y solidario.* Esta alianza es una red de individuos e instituciones convencidos de la necesidad de aliarse para afrontar los nuevos desafíos. Defiende a su vez el pluralismo del debate de ideas frente a las tentativas hegemónicas y las prácticas sectarias y asume como responsabilidad acompañar siempre las críticas de propuestas de transformación y de cambio.

* Creada en 1994 con el apoyo de una fundación internacional independiente de derecho suizo, la Fundación Charles Léopold Mayer para el Progreso Humano (FPH)

Durante varios años, la alianza contribuyó, dentro de la naciente sociedad civil mundial, a concientizar la necesidad de reflexión sobre alternativas viables frente al modelo de sociedad liberal e imperial. Cumplió con su deber de contribuir, junto a varias redes y alianzas ciudadanas, con la promoción de la responsabilidad, la solidaridad y la pluralidad, valores que hoy se ven amenazados por las lógicas de guerra y de enfrentamiento.

 ¿Cómo se puede seguir apelando a estos valores, sin ignorar las actuales relaciones de poder?
 ¿Cómo hacer avanzar las lógicas de paz frente a las guerras preventivas y a los terrorismos?
 ¿Cómo implementar una gobernanza mundial y democrática cuando el multilateralismo marca el paso?
 ¿Cómo obrar para la profundización del debate democrático dentro de las organizaciones de la misma sociedad civil y de los sistemas políticos en todas partes del mundo?
 ¿Cómo implementar las propuestas alternativas elaboradas por las redes y alianzas ciudadanas?

Las cuestiones que hoy se nos plantean son desafíos que debemos afrontar todos juntos. Dentro de esta perspectiva, la re-fundación de una alianza para un mundo responsable, plural y solidario constituye una oportunidad histórica que debemos aprovechar. Esta alianza no es ni una institución, ni un partido político, ni una organización tradicional : es una red para debatir y elaborar propuestas y otras formas de intercambio, es un espacio abierto a todas las voluntades que apunten a crear dinámicas sociales y políticas para el cambio, es un medio para salir de la segmentación de las iniciativas de unos y otros y favorecer la creación de vínculos para construir una mundialización diferente. Es una aventura llevada adelante por hombres y mujeres del mundo entero para que la humanidad siga haciendo camino.

Esta alianza cobrará completo sentido a través de nuestros compromisos individuales y colectivos. Debemos pensar juntos cómo hacer que esta dinámica sea concreta, ambiciosa y adecuada para los desafíos locales y globales a los cuales todos y todas nos enfrentamos. Tenemos que imaginar y concebir un proyecto colectivo dentro del cual se articulen la innovación y la acción. Sólo una capacidad colectiva para formular proyectos a corto, mediano y largo plazo podrá garantizar una autonomía que nos es de gran valor. Es necesario, por lo tanto, implementar mecanismos que garanticen al mismo tiempo nuestra independencia moral y material y nuestra cohesión y permanencia.

Es por ello que hoy lanzamos este llamado, proponiéndoles construyamos juntos una nueva etapa de la alianza para un mundo responsable, plural y solidario, participando en una discusión abierta, colectiva, que nos permita visualizar la amplitud de nuestra diversidad y de nuestras aspiraciones para hacer de este mundo un lugar en paz.

 1)Esta nota fue redactada luego de una sesión de trabajo en el encuentro de Barcelona en junio de 2003, a partir de las contribuciones y comentarios de Siddhartha (India), Laurent Fraisse (Francia), Elisabeth Bourguinat (Francia), Paul Makedonski (Perú), Hamilton Faria (Brasil), Nadia Leila Aissaoui (Argelia/Líbano), Germa Pelayo (Cataluña/Francia), Arturo Palma (Chile/Francia), Heloisa Primavera (Argentina).
 2)En función de las reacciones y respuestas podría abrirse un foro electrónico para reunir debates, comentarios y propuestas.