Puntos positivos y tensiones de la dinámica altermundialista
El desafío de pasar el umbral hacia una nueva etapa
Luego del FSM de Mumbai (India) en enero de 2004, la sociedad civil mundial ya no es la misma, o por lo menos la dinámica que se inició en el primer FSM de Porto Alegre ha cambiado profundamente, fortaleciéndose notablemente. De ahora en adelante, Mumbai queda inscripta en la agenda ciudadana mundial iniciada en Seattle o, como algunos dirán, en Sudáfrica en 1994 con la caída del apartheid. El discurso de Nelson Mandela transmitido en la ceremonia de cierre es todo un símbolo histórico. A partir de ahora, cuando se hable del Foro de Mumbai se estará evocando un evento efervescente, popular, inédito en la corta historia de los movimientos altermundialistas. El intento de mundializar realmente el FSM y hacerlo crecer más allá de sus raíces brasileñas dio resultado, pues la búsqueda de una verdadera mundialización de las resistencias y la elaboración de vías alternativas frente a la globalización capitalista apuntan justamente a fortalecer las luchas de todos los actores, tanto en el Norte como en el Sur y al Este como el Oeste. Después de Mumbai, Porto Alegre es más fuerte que antes. Gracias a la tenacidad de los organizadores hindúes y sobre todo gracias a la fuerte presencia y al arte de vivir de los hindúes que coordinaron este evento, todos somos ahora más fuertes que antes.
Luego de esta primera constatación, muchas son las lecciones aprendidas que podemos evocar. A continuación, algunas de ellas :
1. Por sobre todas las cosas, el Foro de Mumbai fue una manifestación popular, una manifestación del pueblo. Comparado con Porto Alegre, y sobre todo con los Foros europeos, que movilizaron principalmente a sectores de la clase media, en Mumbai fue ampliamente mayoritaria la presencia de « intocables », de campesinos, de organizaciones de mujeres y jóvenes y de gente visiblemente pobre. El Foro no sólo se tornó más « mundial » sino también más « social ».
2. Asimismo, este foro reunió culturas y prácticas muy diversas. En Mumbai salieron a la luz varias tensiones propias de todo encuentro masivo. Algunas de las tensiones que pueden identificarse son :
La separación entre las actividades organizadas en forma centralizada y las actividades autoorganizadas por los múltiples grupos, redes, sindicatos, asociaciones, etc. Puede agregarse que las actividades autoorganizadas, al tener como base un grupo, una asociación o una red con base en la India, fueron a menudo las más numerosas. En otras palabras, en los Foros sociales las actividades « lanzadas » desde arriba no funcionan.
Otra división flagrante era la que existía entre la gente que manifestaba en las calles, a menudo gritando slogans y golpeando tambores y los que discutían en las salas de reunión. La diversidad es una característica importante de los Foros sociales y, en Mumbai, era muy clara y evidente, pero si no hay un diálogo entre las distintas culturas, la diversidad puede transformarse en un diálogo de sordos y hacer que la gente no se encuentre. “Domesticar” la interculturalidad requiere tiempo, no es algo que pueda improvisarse.
Otra contradicción concierne los medios de expresión. Están quienes se expresan a través del discurso y la escritura y están quienes lo hacen a través de medios artísticos. Durante el Foro de Mumbai hubo cerca de 5.000 manifestaciones artísticas callejeras, algunas de ellas no registradas en el programa. Podemos decir que esta contradicción no es en verdad una contradicción ; sin embargo, el diálogo y la articulación entre las formas de intercambio basadas en el discurso y las que se basan en diversas expresiones artísticas siguen siendo tareas incompletas aún.
Algunos desafíos para el futuro.
Podemos mencionar al menos dos :
1. La visibilidad y la legibilidad de los debates y las propuestas
Actualmente ya se admite con facilidad que los Foros no deben terminar con declaraciones finales. Por otra parte es humanamente imposible querer redactar una sola declaración común y final. Esta práctica, claramente inscripta en la Carta de Principios del FSM ha sido una de las claves del éxito. Sin embargo, todavía hay una tarea pendiente en lo que respecta al desarrollo de medios que permitan tener una visión global y facilitar una legibilidad que ponga de manifiesto la riqueza de los debates y las propuestas. Ya en el primer Foro en Porto Alegre en enero de 2001 hubo intentos de documentación y sistematización de las ideas elaboradas en los foros.
Este intento de conservar la memoria de los foros no se trata en absoluto de una cuestión de nostalgia. Una dinámica sin memoria corre el riesgo de diluirse…o de que su historia sea escrita por otros. El trabajo de memoria, de documentación y sistematización es esencial para valorizar la riqueza intercultural, social y política que aportan los mismos participantes. Este esfuerzo permite sacar a la luz las ideas nuevas, las nuevas alternativas que los actores sociales están implementando para hacer frente y sobreponerse, día tras día, a las políticas impuestas por los dueños de la globalización neoliberal y neoimperialista.
Los trabajos de memoria, documentación y sistematización son asumidos de ahora en más por un creciente número de equipos. La capacidad de innovación para que los programas y métodos de los próximos foros sean realmente innovadores y participativos será una de las claves para que la dinámica altermundialista pueda seguir haciendo camino.
2. Los desafíos históricos y políticos. ¿Estamos entre la espada y la pared?
Para reflexionar sobre los desafíos históricos y políticos hace falta algo más que el espacio de una nota redactada justo después del foro de Mumbai. Muchas publicaciones difundidas durante el foro de la India aportan ya algunos datos esclarecedores sobre estas cuestiones. Así, por ejemplo, la convicción de que es necesario atravesar el umbral y entrar en una nueva etapa se hace cada vez más fuerte.
Mientras que el fin de la guerra fría y la caída del muro de Berlín dejaban presagiar una nueva organización mundial fundada sobre el multilateralismo internacional basado en el derecho y la democracia, la realidad es que asistimos a un panorama bien diferente : el del reinado absoluto del imperio americano sobre el resto del mundo. La mundialización neoliberal despliega sus tentáculos sin cesar en todos los rincones del planeta y no hace sino ampliar las desigualdades entre ricos y pobres, entre Sur y Norte. El panorama mundial a principios del siglo XXI, y más aún luego del 11 de septiembre de 2001, se caracteriza por el paso de una mundialización neoliberal (en la cual la voluntad de potencia se mantenía dentro de los límites marcados por la guerra fría) a una mundialización neoimperial (en la cual la lógica de guerra se agrega a la lógica de la competencia, poniendo de claro manifiesto los intereses de Estados Unidos y sus aliados).
Pero también hay otra característica singular en la situación actual que no podemos dejar de mencionar y es el gran aumento de la violencia espectacular por parte de grupos que actúan en red. Hemos llegado a un punto en donde todos los años se conmemoran los grandes atentados que han matado a miles de personas. De aquí en más, viviremos un período en el cual todos los años estaremos recordando masacres. Ese es un rasgo particular de nuestra época : el imperio norteamericano se impone, pero en medio de explosiones, tal como lo demuestran no sólo Irak, sino también el mundo árabe, las grandes ciudades del Norte y algunas del Sur.
En este contexto, ya que allí es donde debemos situarnos, ¿estamos entre la espada y la pared ? Por un lado, un imperio que impone una lógica de « pax americana » mediante la guerra y el modo de organización social y política que conlleva y, por el otro lado, grupos que organizan atentados reiteradamente, sin olvidar todas las redes mafiosas, esas redes clandestinas que rigen la vida de millones de seres humanos que sobreviven en condiciones propias de la esclavitud. Dentro de esa lógica (si eso puede llamarse lógica), la sociedad civil que está surgiendo y que intentamos desarrollar no debe ser tomada como rehén.
Claro está que hemos avanzado desde la caída del muro de Berlín o desde el fin del Apartheid en Sudáfrica. Se ha dado prioridad a nuevos valores y a una relación de respeto entre hombres y mujeres y se emprendió también una nueva relación entre la humanidad y la biosfera. En la última década habíamos avanzado en la cuestión de los Derechos humanos. ¡Por un momento creímos que Pinochet iba a ser juzgado! Se logró constituir un Tribunal Penal Internacional y hubo un desarrollo de importantes redes. Se hicieron cientos de encuentros. Producimos decenas de cuadernos de propuestas…
Todos los avances son significativos. Los foros sociales y las distintas alianzas son importantes. El interrogante sigue siendo : “¿cómo vamos a hacer para que estos foros y estas alianzas estén a la altura de la situación ?¿Podremos hacer que el imperio caiga? ¿Seremos capaces de hacer que la humanidad salga de su ubicación entre la espada y la pared?”
El siglo XXI deberá ser un siglo de grandes transformaciones, tanto en lo que se refiere a nuestra manera de pensar como de sentir, producir, consumir, comunicarnos y gobernarnos. Cada uno de nosotros lo sabe, pero al estar aislados nos sentimos paralizados por nuestra propia impotencia. Hay que reaccionar contra esa impotencia y dicha reacción se está manifestando de distintas maneras en el mundo entero.
Para hacer frente a este desafío hay un amplio debate de ideas y propuestas que se desarrolla en el proceso generado por los foros sociales y por las distintas dinámicas ciudadanas en muchas regiones del mundo. De allí pueden y deben surgir no sólo respuestas a las preguntas anteriores sino también contribuciones para abrir, desde ahora mismo, nuevas perspectivas para que la humanidad pueda vivir en paz. En nuestros días, este desafío se ha vuelto una cuestión de vida o muerte.
URL : www.alliance21.org/2003/article192.html
FECHA DE PUBLICACIÓN: 5 de febrero de 2004