Nos da gusto presentar aquí un reportaje de primera mano desde el Foro Social Mundial (FSM) 2009, por John Samuel, un amigo de mucho tiempo de la Alianza y miembro del Consejo Internacional del FSM, quien nos ofrece un relato vivaz de muchos de los diferentes aspectos del FSM de este año y un toque de crítica amistosa y constructiva.
El aire andaba cargado de música. Mojadas por el aguacero de la tarde, más de 100,000 personas con causas y convicciones, de 120 países, llenaron las calles con baile, tambores y sueños. Sus eslóganes reverberaban por los horizontes: por una tierra más verde, por la justicia, los derechos humanos y por un mundo mejor. Al llegar la noche, el puerto era un carnaval de protesta y de poesía –buscando alternativas para un mundo mejor. Así empezó el noveno Foro Social Mundial (FSM) el 27 de enero en Belém, la capital del estado amazónico de Pará en Brasil.
Mofándose del FEM de Davos
El primer FSM, un evento anual, se celebró en 2001 y surgió como plataforma para debatir, como espacio abierto para encontrar alternativas para poder construir un mundo justo y humano, sin pobreza y sin injusticia. Este FSM adquirió una importancia especial en el contexto de la crisis económica actual. Aunque el FSM empezó como contra-discurso al Foro Económico Mundial (FEM), ha surgido ahora más ampliamente como parte integrante del proceso social y político en muchas partes del mundo.
El momento culminante del FSM de este año fue la cumbre pública de los presidentes de los cinco países amazónicos: Brasil, Bolivia, Venezuela, Paraguay y Ecuador. En las palabras de Cândido Grzybowski, miembro fundador del FSM: “Durante muchos años, hemos dicho que los sueños de un capitalismo financiero desenfrenado obsesionado con el crecimiento se volvería pesadilla de miseria para los pueblos del mundo. Los hechos nos lo han comprobado. […] En 2001, no había un Presidente Lula –era simple participante del FSM– y no había un Presidente Obama. En 2009, podemos decir: ‘Otro Mundo es Posible’.”
Un enfoque particular sobre la región de Amazona…
Cada FSM tiene su sabor único. El aspecto más evidente de éste fue la presencia de miles de indígenas de la región de las Amazonas. [1] El foro oficial empezó el 28 de enero con un día de solidaridad pan-amazónica para discutir, compartir y explorar las cuestiones de justicia ambiental, social y económica que afectan a las comunidades y las personas más marginadas en la región de las Amazonas. La Justicia Ambiental fue uno de los temas importantes del foro. [2] El Padre Leonardo Boff, famoso eco-teólogo de la liberación, habló poética y filosóficamente de la fiebre que sufre la Tierra Madre y lo necesario que es cuidar y quererla.
... con luces sobre el resto del mundo
La cólera contra el bombardeo de Gaza y la exposición sobre la causa de Palestina recibió mucho apoyo en el campus de la Universidad Federal de Pará (UFPA), uno de los sitios clave del foro. La celebración de los 50 años de la Revolución Cubana llamó atención. El Profesor David Harvey, teórico urbano, habló de un nuevo movimiento popular por el derecho a la ciudad. Ante más de 1,000 personas, Harvey concluyó su presentación sobre la crisis económica actual y su impacto sobre los pobres: “Tenemos que preguntar: ¿Qué es más importante? ¿el valor de los bancos o el valor de la humanidad? El sistema bancario debería servir a la gente, no vivir a costo de la gente. Y la única manera en que seremos capaces de ejercer el derecho a la ciudad es tomando las riendas del problema de la absorción del excedente capitalista. Tenemos que socializar el excedente de capital y usarlo para satisfacer las necesidades sociales.”
A nivel mundial, la solidaridad sur-sur entre África, Asia, y América Latina salió como resultado del proceso del foro social. Wahu Kaara, activista fogosa de Nairobi, resumió así su espíritu: “Necesitamos una democratización auténtica de los pueblos -cruzando géneros, razas y continentes. No necesitamos la democracia importada y empaquetada de los EE.UU., una democracia manejada por el ‘dinero grande’ y las grandes corporaciones.”
El FSM es muchas cosas para mucha gente…
Con sus centenares de seminarios, discusiones, debates, puestos y alrededor de 150,000 personas, el FSM puede parecer una feria de confusión y de causas. El FSM es muchas cosas para mucha gente. Para algunos se trató de democracia digital, de software libre y de movilización. Para otros, sólo tuvo que ver con los indígenas. El FSM tiene menos que ver con soluciones y resoluciones definitivas. Tiene más que ver con exploraciones, viajes compartidos y una búsqueda colectiva de alternativas. El FSM significa el pluralismo, la diversidad y la dispersión en el mundo entero por lo que se refiere al idioma, las ideas y las acciones.
… y podría tener que reinventarse con un enfoque mayor
Una de las críticas principales en contra del FSM es su anarquía aparente y su disposición a darle espacio a todo tipo de toxicómanos de causas. El grupo eco-porno y los grupos nudistas manifestaron su presencia marchando por la noche. Luego estaba el grupo Hare Krishna promoviendo el vegetarianismo y el culto bhakti. Muchos de los actores y de las organizaciones pueden no haberse comprometido con la Carta del FSM. Aunque tal diversidad hace del FSM un evento interesante y vívido, también puede distraer del asunto serio de buscar políticas alternativas para un mundo mejor.
La naturaleza cada vez más caótica de eventos y de participación puede exigir que el FSM esté más enfocado y mejor organizado por lo que se refiere a los temas, las ideas y la participación. Habrá tal vez que reinventar el FSM para enfrentar los nuevos desafíos de un mundo y un orden mundial emergentes.
Fotos bajo licencia Creative Commons:
Oradores de Israel y de Palestina, manifestación, y los Presidentes Lula y Chávez por Luis Carlos Díaz, periodismo de paz
Retrato amazónico por Wilfried Maurin
[1] Ver los dos documentos excelentes propuestos por el Foro por una nueva Gobernanza Mundial sobre este tema para una discusión sobre porqué se escogió las Amazonas como lugar para celebrar el FSM de este año.
URL : www.alliance21.org/2003/article3391.html
FECHA DE PUBLICACIÓN: 2 de abril de 2009