¿A quien pertenece la ciudad? (1) ¿De quien es la ciudad? Whose is the city? se preguntaba la Fundación H. Böll en un extenso memorándum preparatorio de la Cumbre de Johannesburgo en 2002 (2). La ciudad ¿”para quien y por quien”? se preguntaba igualmente la UNESCO en la preparación de Hábitat II en 1996 (3).
Nos gustaría empezar por aquí, por "el derecho a la ciudad ". Lo que puede abarcar, en el Norte y en el Sur, pues será una característica de este escrito hacer un recorrido de va y viene entre las ciudades del ciudades del Norte y las ciudades del Sur.
Las ciudades del Norte, ciudades competitivas que se arreglan bien con un cierto consenso (OCDE), que genera plusvalía, segregación espacial entre ricos y pobres, especialización funcional (UNESCO).
¡Las ciudades del Sur! El crecimiento de la población mundial concierne cada vez más a las ciudades del Sur, la pobreza es cada vez más urbana, pues la ciudad del Sur no ha cumplido sus promesas en materia de industrialización; las mujeres del Sur urbano cargan cada vez más con el peso de la pobreza pues son ellas, sobretodo con las huertas urbanas, quienes aportan la alimentación (4). En Kinshasa, "la comida llega al plato misteriosamente" afirma T. Trefon. (5)
El "derecho a la ciudad" fue al principio un concepto de Henri Lefèbvre (6). Derecho a acceder a lo que ya existe pero también, como veremos más tarde, derecho de modificar la ciudad según deseos y necesidades. ¿Quién es beneficiario del derecho a la ciudad? ¿los ciudadanos votantes, cualquier residente, los usuarios (por ejemplo, los que van y vienen desde la periferia o desde el campo)? ¿Hay que tener en cuenta otras categorías?: personas en situación de vulnerabilidad, los económicamente pobres, los que no tienen casa, las mujeres a menudo aisladas, personas de mayor edad, niños y jóvenes, minorías étnicas, inmigrantes, desplazados, refugiados…? La respuesta no deja lugar a dudas.
¿Ante quien reclamar este derecho a la ciudad? ¿Quién me lo puede otorgar? ¿Quién es responsable ante mí sobre este tema? el concepto de gobernanza urbana (7) es más que una moda. Es el resultado de un compartimiento de poderes, enmarcado por la ley, del centro hacia la periferia. El poder se reparte entre los diferentes actores: autoridades civiles, sociedad civil, otros agentes, especialmente en el sector privado, las fuerzas del mercado. En el caso de la sociedad civil, se trata de un proceso de toma de conciencia, de toma de palabra, de lucha urbana, de adquisición de capacidades (enabling) y de adquisición de responsabilidad mediante el poder (empowering).
Nos gustaría mencionar un ejemplo. En Cureghem (Anderlecht, Bruselas), el Institut de la Vie acoge en su centro " Carmen Boute", mujeres inmigrantes, sobretodo turcas y marroquíes. Cómo respuesta a un llamado de la Fundación Roi Baudouin, el centro se dedicó al malestar de estas mujeres. La respuesta podría haber sido medicinal, etnopsiquiátrica. Fue la palabra la que, finalmente, demostró ser el instrumento de su liberación y la conquista de su ciudadanía. Conquista de un territorio geográfico en primer lugar, pues estas mujeres de Anderlecht nunca habían "cruzado el Estrecho". La conquista de la palabra les permite dirigirse sin miedo a las administraciones municipales, en la escuela en que van sus niños, extender el territorio poco a poco, territorio de ciudadanía (8), en el que su palabra se podrá oír y extender. Ellas tienen proyectos, incluido una huerta comunitaria, un parlamento escolar. Ellas reciben pasivamente, ellas aportan... (9).
Queremos desarrollar algunos aspectos de un derecho a la ciudad, derecho tanto colectivo como personal, y más precisamente de un derecho al espacio, de un derecho a un territorio. El espacio nunca existe en sí mismo u objetivamente. Es el espacio de las relaciones (R. Jaulin, 1999) (10). Y, podemos añadir, relaciones no solamente económicas.
1. El primer derecho que se puede señalar, es el derecho a la vivienda, que no sea una entrada del metro o un resguardo de cartón. Hay en el mundo, según la Coalición Internacional del Hábitat (HIC), más de mil millones de personas que no tienen techo adecuado, un lugar dónde vivir en paz y en dignidad. 70% de estas personas son mujeres según el COHRE (Centro de Derecho a la Vivienda y de Expulsiones).
2. El derecho a la ciudad, es también el derecho de alimentarse. En África y en muchas ciudades del Sur, la agricultura urbana genera el 20-40% de la alimentación. Esta contribución no se contabiliza en las estadísticas agrícolas de los Ministros de Agricultura. Las ciudades africanas, en explosión demográfica, son, a causa del éxodo rural, ciudades de agricultores, poseedores de un conocimiento agrícola. A esto se le llama rururbanización.
Aquí en el Norte, las huertas obreras tenían un valor importante en las ajustadas finanzas de las familias. A lo largo de esta exposición se apreciará el nuevo valor que adquieren hoy en día. Los productores y los consumidores están separados por pocos kilómetros, a veces algunos metros. Al contrario, leo en un informe que los productos alimenticios de un hipermercado americano, han recorrido una media de unos 2500 kilómetros.
3. El derecho a la ciudad, es también es el derecho a un ambiente saludable, a una ciudad sana. Por ejemplo, en Butembo (R.D. Congo), ciudad con centenas de fuentes contaminadas, es el derecho al agua potable.
Hay que señalar aquí el papel de la agricultura urbana en el tratamiento de los residuos orgánicos en África. Una vez tratados con abono, devuelven a la tierra su fertilidad. En Dakar, por ejemplo, hay tecnologías apropiadas que permiten rentabilizar las aguas usadas de las huertas (11). Cada vez más en África, los residuos devienen materia prima. En China, los residuos humanos son tratados con abono.
La salud de las ciudades y la salud de los seres humanos van íntimamente ligadas. La gestión de los residuos mediante la agricultura urbana contribuye a sanear las ciudades. Se puede objetar diciendo que se trata de “huertas contaminadas”, pero la salud no se define solamente en términos de salud física: es también, según la OMS, un bienestar moral y social. Se puede observar el significado, en la sociedad actual, del hecho de ofrecer flores, de mirarlas, o aún el papel del jardín en la conservación de la salud física, moral, de las personas de mayor edad.
4. El derecho al espacio en la ciudad, también es el derecho a desplazarse fácilmente. El papel de los transportes públicos, accesibles por precios diferenciados.
Conclusión
¿Hay que exigir un espacio, un territorio en la ciudad? No es sólo una cuestión de metros cuadrados de espacio, medidos en función de los diversos apetitos de calles, de oficinas... es pedir el pleno ejercicio de los derechos más fundamentales (derecho a la vivienda, a una ciudad sana, a un sistema de transporte ágil…). Se trata de abrir espacios de encuentro, de creatividad, de ejercicio de la ciudadanía, espacios para la belleza, para el placer, le lien plus important que le bien (el vínculo es más importante que el bien) según P. Viveret (12). Los jardines compartidos son un magnífico ejemplo.
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Notas:
(1) El 26 de abril de 2005 nos encontramos en Charleroi (Hainaut, Bélgica) con motivo de un coloquio sobre las huertas colectivas. Es una región degradada, con espacios urbanos abandonados por la revolución industrial que se transforman en huertas, jardines colectivos en los que se puede aprender y disfrutar de nuevo la vida en común, en que se puede reivindicar el derecho a un pedazo de tierra...
(2) The Jo’burg-Memo, Memorandum for the World Summit on Sustainable Development, Fundación Heinrich Böll, abril 2002, 79 p.
(3) Sachs-Jeantet C.; Vers la ville de la solidarité et de la citoyenneté, UNESCO , Habitat II, Estanbul, 3-14 junio 1996.
(4) Villes du Nord et villes du Sud, A la rencontre de l’agriculture urbaine, Ath-Bruselas, 25-26 septiembre 2002, Actas del coloquio, Institut de la Vie, 159 p.
(5) Trefon Th., Ordre et désordre à Kinshasa, dirigido por Trefon, Th, en Africa Tervueren, Cahiers africains, nos 61-62, 2004, pp. 13-32.
(6) UNESCO., Politiques urbaines et droit à la ville, dossier, 18 marzo 2005.
(7) Solinis G., Politique et gouvernance urbaine, Newsletter, SHS, UNESCO, Paris, enero 2005, pp. 16-17.
(8) Makedonski P.M., de Morsier Y., Ranson I., Territories, places for creating relationships: for communities of shared relations, CPP 7 bis, Septiembre 2001, Alianza para un Mundo Responsable, Plural y Solidario, 59 p.
(9) Deutsch S. , Gashugi F., Geczynski S., Loodts J., Piron V., Salhy Oumnya , Ansay M., Vivre à Cureghem, un droit à la ville. La dépression chez les jeunes mères et leurs enfants en milieu immigré, Être là et agir. Informe para la Fondation Roi Baudouin, 2004.
(10) Jaulin R., Exercices d’ethnologie, PUF, Paris 1999, p. 75.
(11) SY Moussa, La réutilisation des eaux usées : une alternative viable pour l’agriculture urbaine en Afrique de l’Ouest ; en Villes du Nord et villes du Sud, A la rencontre de l’agriculture urbaine, Ath-Bruselas, 25-26 septiembre 2002, Actas del coloquio, Institut de la Vie, pp.90-100.
(12) Viveret P., Reconsidérer la richesse, informe intermedio de la misión Nouveaux facteurs de richesse para el Secretariado de Estado de la Economía Solidaria (Francia), M. Guy Hascoët en Transversales, n° 70 , 2001.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
URL : www.alliance21.org/2003/article754.html
FECHA DE PUBLICACIÓN: 21 de junio de 2005