Del conjunto de talleres que se celebraron el sábado surgió
una palabra: "Comunicar". Dos días antes de la redacción
y adopción de una Carta final, los participantes en la Asamblea
Mundial se reunieron, esta vez, en grupos regionales. Se formaron veinte
talleres, que se dividieron de forma más o menos artificial. Las
conexiones entre regiones son numerosas; por ejemplo: los africanos del
oeste, del este y del centro pronto consideraron que sería interesante
que se reunieran todos; los norteamericanos, los sudamericanos y los centroamericanos
hicieron otro tanto pero antes de iniciar los debates por separado.
La proximidad geográfica de los participantes seguramente facilitó
las relaciones. Se habla el mismo idioma, a pesar de que no resulte fácil
encontrar un término medio entre el español y el portugués
de los representantes de Sudamérica, entre el inglés y el
francés de los africanos
En una esfera más local, ya no se habla más de grandes proyectos
a nivel mundial. Lo concreto gana terreno. Las soluciones elaboradas con
ocasión de talleres precedentes topan con la noción de realidad
que poseen los que están acostumbrados a afrontar dificultades
sobre el terreno.
El principio de base que se desprende es que no fomentamos suficientemente
la comunicación entre nosotros: "No nos conocemos, declara
un participante africano. Todos formamos parte de redes que no se relacionan
entre sí
". El primer principio que hay que aplicar es
el intercambio de direcciones, la publicación de listas de Emails
para intercambiar información. "No se haga ilusiones, exclama
un moderador. No basta con intercambiar direcciones. No hay comunicación
si no existe un proyecto en común
" .
El proyecto está por elaborar. La ciudad y el campo se oponen entre
sí. Entre quienes defienden un punto de vista local y los defensores
del punto de vista nacional, entre los modernos y los clásicos,
los debates se eternizan, a veces sobre detalles. El tratar los problemas
en grupo permite desbloquear esta situación. Avanzamos. La creación
de un mundo mejor requiere la formación de alianzas regionales,
lo cual se llevará a cabo en la Carta final, pero no resulta fácil
establecerlas.
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