Empezaremos por América latina porque, luego de la Asamblea mundial de ciudadanos en Lille (Francia) en diciembre de 2001, el encuentro de aliados del Cono Sur en Río de Janeiro en junio de 2002 fue el primer encuentro geocultural que apuntó a dar una continuidad a la Alianza. Es importante señalar que dicho encuentro fue organizado de manera autónoma por los aliados del Cono Sur y convocó a cerca de cuarenta participantes provenientes de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y varias regiones de Brasil, en particular de San Pablo.
Luego de una evaluación de la experiencia de la Alianza en la región (algunos aliados participan en la Alianza desde 1993-94), los participantes designaron a un grupo encargado del seguimiento y la articulación de las actividades de todos los aliados del Cono Sur. Se creó un sitio web específico, coordinado por Laura Maffei desde la Confederación de los trabajadores de la Educación de Argentina –CTERA- (http://www.ctera.org.ar/Web/Inicio.htm). Dicho sitio se actualiza cada quince días aproximadamente, pero Laura y el equipo de coordinación tienen que contactarse constantemente con los aliados para obtener información sobre sus actividades y mantener vivo el sitio.
Hay que reconocer que los aliados no tienen el reflejo de informar a los otros sobre sus actividades. Superar las segmentaciones, acercarse al prójimo y construir la transversalidad no es una tarea sencilla, y esta dificultad es bastante recurrente, tanto en las otras regiones como en los talleres y colegios.
Durante el encuentro de junio de 2002 en Río se evocó la idea de una Asamblea regional de ciudadanos, pero su preparación no se inició. Sin embargo, los aliados de esta región no han descartado esta perspectiva, posponiendo su preparación para una fecha ulterior, una vez que las redes de aliados se encuentren más sólidas.
Para los aliados del Cono Sur, el objetivo –en el estado actual de la Alianza en la región- consiste en avanzar progresivamente, a partir de las iniciativas de unos y otros, hacia la constitución de una red regional mejor estructurada y pasar entonces a una etapa de mayor alcance, tal como lo sería la organización de una Asamblea regional de ciudadanos. Por otra parte, las ocasiones de encuentro no han faltado en esta región, en particular gracias a los Foros Sociales de Argentina (en agosto de 2002) y de Porto Alegre, que posibilitaron la reunión de muchos miembros del Cono Sur.
La preocupación de algunos aliados giraba en torno a una postulación para el Llamado a Iniciativas, que acababa de ser lanzado por la FPH (en mayo de 2002). Entre las actividades de dimensión nacional, los aliados de Chile, Paraguay y Brasil presentaron iniciativas en respuesta al Llamado. Otros llevaron a cabo actividades más autónomas o financiadas, cuando era necesario, por otras organizaciones (nacionales o del Norte). El grupo de San Pablo, en particular, coordina los Tambores de la Paz (http://www.tamtamforpeace.org/), la difusión de la Carta de las responsabilidades humanas, la publicación y difusión de los cuadernos de propuestas en portugués y organiza “charlas callejeras” cuando hay encuentros u otros eventos organizados en San Pablo o en otras ciudades brasileñas (durante el Carnaval de Bahía, por ejemplo, grupos de tamborileros de la paz difundieron la Carta de las responsabilidades humanas).
El grupo de articulación regional y los aliados más activos en cada país prosiguen por otra parte las actividades propias de la Alianza, tales como la difusión de los cuadernos y los debates sobre la Carta. Otros aliados se hallan más o menos dispersos, o no han estado en contacto directo con la FPH o el equipo de coordinación regional. Por el momento, no podemos afirmar que se haya instalado una dinámica realmente regional. Sin embargo, la perspectiva de una acción de mayor envergadura y de dimensión subcontinental sigue estando presente como un camino que podría fortalecer las iniciativas de unos y otros.
En las otras partes de América latina, la actividad de la Alianza se manifiesta principalmente en Colombia, México y Ecuador, a través de respuestas al Llamado a iniciativas. Joël Audefroy, coordinador de las asociaciones de pobladores, con base en México, sigue construyendo una red internacional de pobladores. La iniciativa del CINEP en Colombia está en sus comienzos y apunta a someter a debate la Carta y discutir sobre el proyecto de un Parlamento mundial de ciudadanos. Asimismo, el CINEP participa en la preparación del Foro social colombiano (junio de 2003). Desde Ecuador, Fernando Rosero, colaborador de la red Agriculturas campesinas, sociedades y mundialización (APM http://www.zooide.com/apm/), se propone instalar un centro de formación de líderes sociales para proseguir con las propuestas del Cuaderno de propuestas sobre ese tema. La revista Claves, boletín informativo de la Alianza en español, elaborada y difundida a partir del CEPSI en Ecuador ya no aparece más, por falta de financiamiento. Eulalia Flor, responsable del CEPSI y coordinadora del grupo geocultural de dicho país no ha emprendido nuevas iniciativas. En Perú, el Centro Bartolomé de las Casas, encargado de la edición de los Cuadernos de propuestas en español, ha publicado los primeros informes en diciembre de 2002.
En los otros países en donde tuvo lugar alguna actividad de la Alianza en los últimos años (como Bolivia por ejemplo) y en donde se prepararon las bases para una colaboración duradera (como en Venezuela), la Alianza podría volverse un espacio de fortalecimiento de las iniciativas de unos y otros.