Número 8 | Junio 2001 | ||||||||||||||||||||||||||||
Sumario
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¡No habrá Alianza sin artistas! Michel Sauquet (Francia) "Yo soy una pieza insignificante del cosmos, pero sin embargo no soy un don nadie; yo tengo un papel que jugar sobre este planeta" dijo Makarand Paranjape, poeta y universitario indio. No se puede ser más claro sobre la responsabilidad del artista en el mundo contemporáneo. Aunque a menudo se ha visto a los artistas como gente que se mira el ombligo o como colgados de una nube, en el fondo, están mucho más preocupados por el bien común, de lo que se suele pensar. Es lo que me parece que caracteriza a aquellos artistas que Hamilton Faria y Pedro García, animadores brasileños del taller "Artistas" de la Alianza, invitaron a participar en el encuentro internacional que tuvo lugar a principios de mayo pasado en las colinas de Itaperica da Serra, cerca de Sao Paulo. El proceso iniciado por Hamilton y Pedro afrontaba desafíos imposibles: lograr que participasen en una misma reflexión, escultores, pintores, poetas, músicos, gente de teatro, saltimbanquis, universitarios y titiriteros, ya era en si mismo algo harto difícil. Añadir a todo ello la diversidad cultural (China, India, Europa del Este, del Sur y del Oeste, Africa negra, América latina) y lograr construir en común diagnósticos y propuestas, constituía una apuesta aún más difícil: pero fue ganada. Es esta diversidad -- así como las relaciones establecidas con muchos otros sectores profesionales en el seno de la Alianza -- lo que proporciona a la iniciativa de Hamilton y sus amigos su verdadera originalidad. Después de todo y desde siempre, ha habido artistas y escritores que se han preocupado de la situación de sus contemporáneos y de la del planeta. Ahora bien, preocuparse de ello en relación con los otros, tan distintos, es algo más original. Además, hacerlo con método es aún más innovador. Por extraño que pueda parecer a primera vista para aquellos para quienes la palabra "artista" aún evoca a menudo "nubes", el foro electrónico que ha precedido el encuentro y la organización del encuentro mismo fue uno de los procesos más rigurosos de la actual fase de construcción de la Alianza. ¡Un bello ejemplo de apropiación de un proceso colectivo! Los cuatro días de Itapecerica da Serra -- lugar de happenings sorprendentes y momentos de creación en común, fueron la ocasión de definir juntos porqué el arte es un elemento indispensable para repensar el mundo de mañana. El arte es indispensable para repensar el mundo de mañana Es bien sabido que el arte es, ante todo, un precioso medio de sensibilización del gran público sobre los desafíos sociales, a condición de no ser objeto de manipulaciones por parte de las distintas formas de poder económico o totalitario existentes. Algunos de los participantes son, en sus países, artistas y poetas reconocidos, otros menos y queda aún mucho trabajo por hacer para invitar a participar en el proceso de la Alianza a artistas que estén muy presentes en los medios de comunicación. En Brasil, en India, en Europa el arte es un instrumento de acción local en el que los participantes, mediante su propia experiencia militante, han mostrado su eficacia: el teatro para ayudar a vivir y querer a los niños de la calle; la música para reencantar los barrios en dificultades; los talleres de escritura para formular una identidad; la escultura para reconstruirse; la poesía para proclamar una lucha; la puesta en escena para que las comunidades más pobres devengan interlocutores reconocidos, etc. Liberar el artista que somos En el plano de la psicología y de los comportamientos individuales, el arte es un medio de progreso y de serenidad personal que no está reservado a una pretendida elite. En distintos momentos del encuentro flotó la idea que el hombre es, por naturaleza, un artista y que uno de los deberes de los que se identifican profesionalmente como tales es de ayudar a cada cual a liberar el artista que está en su interior. En definitiva, el arte se me apareció, al final de este encuentro, como un espacio esencial de responsabilidad. De la misma manera que no se pide al que lleva a cabo una investigación fundamental de preocuparse a cada instante de las posibles aplicaciones de sus investigaciones, tampoco se puede pedir a un artista que se dedique permanentemente a realizar obra "útil". Ahora bien, como el científico, el artista no debería permitirse considerarse como un sujeto ajeno a los efectos inducidos de su trabajo y no debería ignorar que su posición, o su notoriedad, le confieren posibilidades de acción sobre la sociedad. Ser artista reconocido y no tomar jamas la palabra sobre los desafíos de la actualidad es una actitud frecuente que todos en distintos momentos denunciamos enérgicamente durante el encuentro de Itapecerica. De estos encuentros saldrá reforzado y completado un cuaderno de propuestas ciertamente muy consistente, con propuestas que se articularán entorno a los principales temas planteados durante el foro electrónico previo y durante el encuentro en Brasil: afirmar la responsabilidad social del artista; reforzar las identidades culturales en un contexto de mundialización; estimular la presencia cultural en el espacio público; construir una cultura de la Paz; reforzar los intercambios interculturales entre continentes; etc. No he hablado del júbilo colectivo, de los arrebatos imprevisibles y de la magia de ciertos encuentros personales, puesto que no se puede transmitir fácilmente. Me quito el sombrero ante la decena de jóvenes artistas de los barrios desfavorecidos del mismo municipio de Itapecerica da Serra, movilizados para la animación permanente del encuentro y a todos los músicos, capoeristas, bailarinas que dieron un brillo especial a la velada de lanzamiento de la operación Tambores para la paz (1º de mayo en Sao Paulo).
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