Renovación política,
libertad y cultura de resistencia
Tercer día del Encuentro árabe
por Gustavo Marín <gustavo@fph.fr>
Hoy hemos tenido una día sorprendente:
Siempre bajo el cielo azul intenso de
los días de verano en el Líbano, empezamos
nuestra jornada con un viaje hacia el sur, hacia la región
recientemente liberada de la ocupación israelí.
Fuimos a Nabatiye, otra ciudad cargada de historia, sede
del Consejo Cultural del Líbano del Sur. Allí
hemos sido acogidos por un grupo numeroso de libaneses que
participaron activamente en el proceso de liberación,
jóvenes y viejos, algunos de ellos verdaderos supervivientes
de las guerras y de las ocupaciones que ha sufrido el Líbano.
Para la renovación del pensamiento
y la cultura árabe
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Trabamos durante una sesión dedicada
a la renovación política y cultural del mundo
árabe en el contexto de la globalización económica
y la globalización en curso. Tuvimos un debate muy
animado, con fuertes discusiones sobre las distintas interpretaciones
de la historia reciente y sobre las nuevas exigencias a
las que hacen frente los agentes sociales del mundo árabe
para transformar las sociedades de la región en una
democracia activa, participativa y una nueva inserción
en el contexto mundial, con lo que los pueblos árabes
puedan contribuir a consolidar una cultura de paz.
Sonrisas y lágrimas ante las alambradas
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Por la tarde, guiados por un grupo de
ex-prisioneros, visitamos la prisión de Khyam, abierta
hace apenas un año, cuando se produjo la retirada
israelí, y donde nuestros guías habían
estado encarcelados durante 6, 7 y 10 años. Ahmad,
Samir y Mohamed nos enseñaron las salas de tortura
y de encarcelamiento. Kiffah (que significa lucha) y sus
compañeros de prisión, nos explicaban con
detalles las condiciones de su supervivencia en esta enorme
prisión rodeada de alambradas. Kiffah lo hacía
con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa luminosa,
a pesar de la evocación de todas las torturas que
pueden sufrir las mujeres en la cárcel. Después,
todos juntos, nos dirigimos al límite de la frontera
y nos abrazamos al lado de las alambradas que limitan Líbano
con las tierras ocupadas por los colonos judíos.
Libros, cantos y danza
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Al final de la tarde, volvimos a la sede
del Consejo Cultural en Nabatiye. Habib Sadek, su presidente,
nos ofreció unos regalos simbólicos: fotos
tomadas durante la liberación de los prisioneros
y una talla de madera grabada con dibujos de Naji Al-Ali,
el dibujante palestino que fue asesinado en 1987. Seguidamente,
un grupo de jóvenes introdujo a todos los participantes
en los cantos y danzas libaneses acompañados por
un laúd.
Esculturas y pinturas por la vida
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Para acabar, por la noche, olvidamos completamente
nuestra fatiga con la acogida sorprendente de Charbil Fares,
escultor y pintor, que nos mostró sus cuadros y esculturas,
algunas de ellas realizadas con los obuses encontrados inmediatamente
después de los bombardeos israelíes, otras
realizadas con piedras gigantescas en las que pudimos entrar
y compartir con él su arte y su sentimiento de revuelta
y de resistencia.
- Desde Nabatiye, Líbano del Sur,
al 23 de junio de 2001.
- Encuentro Continental del Mundo Árabe
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