Número 8 | Junio 2001 | ||
Sumario |
Viaje a Kenya En el mes de marzo de este año, mi amigo Philippe, editor de Caravana, me visitó en Nairobi con motivo de la preparación de este número ocho. Yo le visité al día siguiente por la mañana. Tras las salutaciones, me dijo: "Michael, Nairobi es aún más insegura que la última vez que estuve aquí". Y yo le pregunté por qué. Respondió: "¡Desde el cuarto piso de mi hotel [en el centro de la ciudad], acabo de ver a un hombre morir a balazos por la policía a una distancia muy corta y cuatro transeúntes heridos en la acción! Y cientos de personas alrededor estaban profundamente aterrorizadas por lo que la policía podría hacer a continuación. Inmediatamente, todos ellos se echaron por tierra, las manos en la cabeza, para eludir las balas." Me quedé en silencio durante un rato. No quería responderle de inmediato que las cosas habían cambiado desde hacía unos pocos meses antes. Y que esta es la nueva cara de Nairobi. Kenya, un país ubicado en el África Oriental, tiene una población de 28,7 millones de personas. Rodean el país otros países que están siempre en guerra, lo que le convierte en un centro puntual para los refugiados, hecho que repercute en los asuntos del país: proliferación de armas de fuego, competencia por los recursos escasos con la población local, etc. Hubo antes por parte del resto del mundo admiración por su gente cálida y amigable, por su hermosa flora y fauna, pero Kenya (y especialmente las mayores ciudades y localidades) está cambiando progresivamente a peor. Desempleo, carencia de una educación apropiada, costes médicos caros, un pobre liderazgo y un odio étnico causado por un liderazgo irresponsable son las tendencias en nuestro país. Nuestros diarios locales están repletos de historias de miseria y tristeza. Estas incluyen accidentadas conducciones de vehículos públicos que acaban en matanzas de todos los pasajeros, desasosiego en todos los niveles de la educación, robos a la luz del día, policías que disparan y matan a presuntos delincuentes, paternidad no responsable, violencia doméstica, estafas de inmensas sumas de dinero por parte de nuestros líderes, apropiaciones del suelo público, reducciones de empleo de muchos funcionarios públicos sin remuneración, la epidemia del SIDA, un sistema judicial corrupto e ineficaz y muchos otros males sociales. De este modo tomamos nuestro té con Philippe. Al describir la situación de nuestro país nos asombramos de lo volátiles que eran las cosas. Hay indicios de que todo podría empeorar. Hay una desesperante necesidad de paz en el país. Se tienen que poner en marcha algunos mecanismos antes de que sea demasiado tarde. Las cosas no son tan graves como parecen, pero se necesita adoptar acciones urgentes. África alberga el 40% de los conflictos mundiales. Nuestro continente está habitado por miles de etnias, la mayoría de las cuales han vivido codo a codo antes de que los dirigentes coloniales establecieran entre ellas las fronteras. Ello ha creado de un modo intenso la enemistad y la muerte entre las diferentes comunidades étnicas. Los ejemplos engloban a Sierra Leona, Liberia, Nigeria, Sudán, Etiopía, Eritrea, Ruanda, Burundi, DRC, Kenya, Uganda y muchos otros. No es fácil de comprender la razón por la que los conflictos han degenerado en estos últimos pocos años en espirales de violencia incontrolada. No comprendemos la razón por la que grupos de personas que han vivido juntos durante años se vuelven violentos e inhumanos contra los demás, volviéndose así en una vergüenza para la humanidad. No obstante, hay algo de luz al final del túnel lleno de tétricas historias: me refiero a las múltiples y encomiables organizaciones que intentan restituir la deprimente imagen de nuestro continente (ver contactos).Para que África sobreviva a este nuevo milenio, se los conflictos y la paz deben ser abordados. Como africanos, debemos aportar nuestras propias soluciones a la resolución de los conflictos, la transformación y la construcción de la paz. Nuestro continente necesita volver a identificar su posición en el sistema global. Se tienen que detener las guerras y los conflictos innecesarios. Y no simplemente conseguir la ausencia de conflictos, sino también un armazón para el proceso dinámico del desarrollo social, económico y político. La red es una vía concreta hacia ello. Michael Ochieng' (Kenya) * Michael Ochieng' es coordinador de Africa Peace Point (ver descripción) y corresponsal de Caravana para el África Oriental. Participa también junto a su esposa en un compromiso de vida, habiendo creado juntos, recientemente, una comunidad / hogar para más de 30 niños nairotas de la calle en las afueras de la ciudad, adoptando personalmente a ocho de ellos. Para más información, contactad Jane en: APP@maf.or.ke
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