Las 3 primeras
partes :
- Evaluación y Visión de Futuro
- Propuestas y Proyectos
- Informe del proceso participativo sobre
evaluación y futuro de la Alianza
- Segunda
etapa de la Alianza :
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Segunda etapa de la Alianza
Por Pierre Calame pic@fph.fr
Primera aportación a una reflexión
colectiva
19 de febrero de 2003
A/ La primera etapa de la Alianza: un intento de fijar perspectivas
1. Los primeros pasos (1994-1997)
Es una época de abundancia y expansión. Tras constatar el interés
inicial que suscita la plataforma (en muy poco tiempo se cuenta
con signatorios pertenecientes a más de 80 países y la plataforma
se traduce a muchos idiomas), se hace patente la necesidad de pasar
de la adhesión a un texto a la realización de un trabajo y a la
fijación de compromisos en común. Cada "grupo local" busca su forma
de trabajo, surgen los primeros "grupos socio-profesionales" (cabe
destacar al "grupo de jóvenes"), la "vía temática" adopta una estructura
formada por NÚMEROSos talleres y es la que pasa a ser operativa
con mayor facilidad. Cada taller se encuentra bajo la responsabilidad
de un animador, cuya elección corre, por lo general, a cargo de
la FPH, que financia el proceso. Tomando como base una zona geográfica
y un ámbito socio-profesional de dimensiones variables, el animador
reúne a un grupo de expertos o personas interesadas en una cuestión
determinada. A través de una serie de encuentros, los diferentes
"miembros del taller" llegan a conocerse mejor entre sí.
Desde el principio, la Alianza no ha querido ser un movimiento
tradicional, con afiliados, órganos, una doctrina ni una identidad
muy marcada. Según una fórmula muy en boga en esta primera época,
"la Alianza no cerrará sus puertas porque no tiene ninguna". La
Alianza pretende crear un "ser vivo y colectivo", que actúe como
algo entre una red (que no se fija objetivos comunes y potencia
el intercambio) y un movimiento, consolidado gracias a una identidad
propia y a una serie de estatutos. Quienes iniciaron el proceso
de creación de la misma, quienes la imaginaron, quienes dibujaron
los primeros esbozos, quienes expusieron la vocación, los métodos
y el calendario de la misma, en una palabra, sus fundadores, básicamente
la FPH y un cierto número de antiguos miembros del "Grupo de Vézelay",
han querido que la Alianza equivalga a un proceso de trabajo colectivo
que una a los "aliados" -categoría inevitablemente imprecisa- y
propicie el trabajo conjunto de personas e instituciones en un medio
donde prevalezcan la tolerancia y la eficacia.
La aparición de los primeros retos, contradicciones y dificultades
no se hace esperar. Así, quedó patente:
- la diferencia existente entre las aspiraciones de los primeros
aliados, ya que algunos eran partidarios de convertir a la Alianza
en un auténtico movimiento social mientras otros preferían potenciar
el trabajo de los expertos;
- la poca visibilidad de la Alianza, incapaz de por sí de tomar
la palabra, de tomar partido, de manifestarse;
- la dificultad en conseguir que se entienda la naturaleza de
la Alianza;
- la insuficiente diversidad socio-profesional de los aliados,
universitarios o militantes de ONGs principalmente;
- el lugar y el poder de la FPH con respecto a la animación y
la orientación de todo el proceso; la FPH aporta la mayor parte
del apoyo financiero necesario para el funcionamiento de todo
el engranaje; al no ser una institución propiamente dicha ni disfrutar
de suficiente visibilidad, la Alianza tiene que enfrentarse a
NÚMEROSos obstáculos que dificultan la obtención de recursos económicos
complementarios o alternativos.
Esa primera etapa se termina con la celebración de la primera asamblea
mundial de la Alianza, que tuvo lugar en Bertioga en 1997. En este
encuentro quedan plasmadas tanto la fuerza como los puntos débiles
de la Alianza. La fuerza podría desglosarse así: una gran diversidad
geocultural y temática, entusiasmo y métodos de trabajo, esbozo
de propuestas, una autonomía cada vez mayor de los grupos locales
y talleres, primeros casos de cofinanciación. Los inconvenientes
son los siguientes: aplicación de criterios poco definidos o falta
de transparencia a la hora de elegir a los participantes, las divergencias
que surgen entre los organizadores con respecto a los objetivos
y la idoneidad de los métodos propuestos.
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