Número 8 | Junio 2001 | ||
Sumario |
Promover una cultura de paz Zapatos abandonados* Zapatos abandonados. Es lo que siempre queda después de los tumultos y disturbios. A veces también agujeros en los muros, guirnaldas de ráfagas de metralletas, dependiendo de donde uno se encuentre. Estos pies, ahora desnudos ¿aún están corriendo? ¿hacia donde? ¿Es que estos pies se percataron que habían perdido los zapatos, tan solo en el momento de la huida? ¿No han perdido, acaso también, su cuerpo? De todas maneras, la calle ahora está vacía y no queda otra cosa que zapatos pisoteados, vestigio de una lucha que será preciso explicar en el artículo que acompaña la imagen. Ella toma la fotografía con urgencia: es preciso mandarla por fax para la edición de mañana. Pone los zapatos en su caja, con todas estas preguntas sobre los pies, el silencio se encuentra también en el aparato; ella escribirá el artículo en el hotel. En su habitación el televisor le escupe a la cara las imágenes de la muchedumbre en movimiento. Tiene dificultades en diferenciar los partidarios de cada lado, ¡se parecen tanto! De todas maneras no llega a comprender porqué luchan, puesto que todos desean lo mismo: la libertad, estar en su casa, probablemente felices. También es lo que ella desea, lo que todo el mundo quiere en su país. Ahora bien, no mueren por ello... Escruta la imagen, olvidando al comentarista por un instante, para encontrar los zapatos en la muchedumbre. Si tan solo lograse poner una cara a esos pies, ya no le obsesionarían, pero la muchedumbre grita, corre, cae y el polvo cubre sus pies. La única cosa que tiene tiempo de ver es que esos pies estaban vivos; pero, ¿hasta cuando? Sobretodo ahora que han huido lejos de sus zapatos. Escribe su artículo, en el que describe la violencia del ambiente que reina aquí; se parecerá al artículo de ayer, pero no le importa. El avión despega y, por fin, en pocas horas, conocerá a los protagonistas de este combate que los periódicos muestran desde hace algunas semanas. Intenta olvidar la imagen que le persigue desde el día antes, la de los zapatos en primera página. Hoy, abriendo el periódico de manera automática se ha topado con unos pies desnudos que ilustran el artículo. Toda una columna de pies desnudos y sucios, cansados por la marcha, pero ¿de quién son? La periodista no ha juzgado oportuno de nombrarlos y él está de acuerdo con ello. Que más da de quien son, no deberían estar sin calzado, lejos de su casa. Guarda el artículo en su bolsillo, puede que para mostrarlo a esas gentes que conocerá más tarde y a las que preguntará si reconocen esos pies. Son todos parecidos, esos pies, del mismo color, de la misma forma, con las mismas ganas de no seguir andando. Esperanzadamente le gustaría que esas gentes estuvieran de acuerdo con él, en pensar que lo más urgente es que los pies reencuentren sus zapatos y, sobretodo, ¡que no los pierdan más! Su maleta es pesada, suspendida del extremo de su brazo. En su interior hay todas las voluntades de esos pueblos que ya no se escuchan. También hay exigencias irrealizables y contradicciones, así como un inicio de paz, la que él debe preparar en el Tratado. Ella se sienta delante de él en la sala de espera del aeropuerto. Ella ha visto su cara en la televisión de su habitación en el hotel, enmarcada por las sonrisas tensas de esos hombres que roban los zapatos a los pies de la gente. Su corazón late mientras mira la maleta y en su vientre ella sabe que un pequeño corazón también está latiendo. Todo lo que ella desea es que el pequeño corazón crezca en un mundo en el que los zapatos no mueran en el polvo de las calles. Béatrice Coletti (Francia) * Este texto ha sido escrito por una estudiante de tercer ciclo de la formación Humanismo y Solidaridad de la Universidad de Lyon-2. Fue escrito como respuesta a la pregunta "¿Cómo pensar la paz?", planteada en la asignatura "Promover una cultura de paz" de la Escuela de la Paz de Grenoble, en el marco de la puesta en marcha de una Cátedra UNESCO. El objetivo de este ciclo era proporcionar a los estudiantes, actores actuales y futuros de las organizaciones humanitarias, instrumentos pedagógicos y conocimientos sobre las distintas dimensiones de la cultura de la paz.
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