Número 6 | Agosto 2000 | ||
Sumario |
l'Alianza en movimiento Es un placer regresar a Europa después de una semana manhattaniana en Nueva York en el centro de «of the powers that be». De repente el edificio Berlaymont de la Comisión Europea de trece plantas parece humano, pequeño, abordable... La ciudad de Nueva York, impresionante, fascinante, un poco loca… te absorbe, te traga, a ti y a tus energías, tu individualidad… La arquictectura de Manhattan es totalmente masculina, sin ninguna plaza con árboles donde los ancianos y las pequeñas y los pequeños puedan sentarse y jugar, y con una trama de calles cuadriculada y rascacielos triunfantes. Es un ejemplo por excelencia de lo que una amiga pakistanesa llama «e-w-rectionism» (to wreck, destruir). Los edificios de las Naciones Unidas... Un acontecimiento histórico puesto de relieve por Kofi Annan: por primera vez en la historia de las Naciones Unidas, la sociedad civil se reunía en la sala de la Asamblea General invitada por el Secretario General para... «Os necesito...» ¿Para qué?... Para apoyar a las Naciones Unidas, dándoles una cierta credibilidad, para acariciar ese gato amaestrado por los leones económicos y financieros. El Foro del Milenio ... 1000 ONG y compañía reunidas allí. Calidad en las personas, nivel de conocimientos, compromiso personal, fuerza de trabajo, «facts and figures» inevitables... Todo era muy impresionante. Un documento final fuerte, exigente, con proposiciones concretas: un pequeño milagro el haber producido este documento con tantas personas en tan solo cuatro días y medio. Un especie de euforia se respiraba al final del encuentro… Trabajamos bien, se dijeron las cosas por su nombre, al pan, pan y al vino, vino, sintiéndonos unidos en una lucha formidable más necesaria que nunca... Si, si, si, pero, pero, pero... ¿Cuál será realmente el impacto de esta XYZª declaración de que no deseamos esto, ni aquello, etc.? «Ellos», allá arriba en la planta 134 reciben todos los días declaraciones como esta. Sin ningún lugar a dudas les importan un comino. Nuestros análisis, o bien no les interesan en absoluto, o bien los absorben transformándolos en «commodities» para vender sus propios intereses. «¿Que es lo que permitirá transformar la espantosa realidad del poder económico y financiero concentrado cada vez en menos manos con todos los efectos perversos que conocemos?». Esta es la cuestión fundamental: ¿quién puede transformar esta realidad? ¿La sociedad civil? ¿Los Estados? ¿El propio sistema? ¿Acabará explotando desde dentro? ¿Es preciso esperar? ¿Quiénes son los que más sufrirán? Es posible que ya no sean ni los pobres ni los excluidos, sino la buena burguesía, «the middle class», puesto que ésta depende más del sistema que los marginados mismos. «Superar el sentimiento de impotencia.» ¡Una invitación que no deja indiferente! Yo aún creo que esta frase es la mejor de toda la Plataforma para un Mundo Responsable y Solidario. Es esta idea la que moviliza a la gente. Los análisis ya están hechos. Cada día hay más gente concienciada. Lo que desgraciadamente falta son estrategias -una palabra militar horrorosa, aunque hemos de aceptar que de hecho se trata de una guerra entre aquellos que quieren tener y aquellos que quieren ser. Más que nunca estoy convencida que es preciso trabajar a todos los niveles: en primer lugar y ante todo a nivel interior, fortaleciendo la fuerza de la aspiración de vivir en armonía con todo lo que nos rodea, esa fuerza interior que «Todos los poderes que han sido, que son y que seran» siempre han temido. Esa calma profunda que Ghandi buscaba, practicaba y hacía practicar a todos sus discípulos. A partir de ahí es preciso hacerse sentir en Seattle, en Nueva York, en Davos, etc. Es preciso trabajar a nivel de responsables de la sociedad, a nivel colegial, temático y geocultural. Al mismo tiempo es preciso prepararse para la supervivencia después de un posible colapso. La autosuficiencia local es un objetivo muy concreto y vitalmente necesario. (...) Impresión final de esta semana agotadora, alentadora, interpelante… Estuvo muy bien estar ahí como representantes de la Alianza: contribuimos en muchas cosas en los grupos de trabajo; establecimos Contactoos preciosos; explicamos a muchas personas lo que es la Alianza; aportamos nuestras pequeñas piedras al edificio de la sociedad civil internacional... Pero la impresión dominante es que ¡«La lucha continua»! |