Número 7 | Diciembre 2000 | ||
Sumario |
Hacia un turismo sostenible El proceso de saturación, que ya han comenzado a sufrir los destinos más próximos situados en el Mediterráneo, ha provocado la congregación de los europeos occidentales en los destinos tropicales paradisíacos de África, Asia y el Pacífico que ofrece en "paquetes" el sector del turismo de masas, cada vez más concentrado e integrado, y representado por corporaciones transnacionales como, por ejemplo, Thomson y Airtours en el Reino Unido. Entre 1980 y 1992, los ingresos procedentes del turismo en países en vías de desarrollo aumentó del 3,0% al 12,5%, esto es, una media de 8,4%. Mientras que los activistas preocupados por el medio ambiente y temas sociales de estos países intentan luchar contra la mentalidad hedonista de sol, mar y arena del turismo "playero" de masas, con la intención de preservar un cierto equilibrio ecológico y su integridad cultural, los juerguistas de Gran Bretaña dicen que "el mundo es nuestra ostra. Hay millones de playas hermosas. Es un mundo libre y es nuestro dinero, así que podemos gastarlo donde más nos plazca". El mundo ¿es una ostra? Simultáneamente, los habitantes de Goa (India) afirman: "Nuestra historia, nuestra cultura, nuestra tierra y nuestras gentes se están vendiendo en las bolsas y mercados de todo el planeta" (Prof. Sergio Carvalho). Coincidiendo con la cada vez mayor relevancia a nivel internacional del sector servicios, que sustituye a la producción industrial y agrícola, y en combinación con los precios cada vez más bajos de los productos, el turismo ha empezado a reemplazar a la agricultura en tanto que uno de los principales sectores económicos en muchos países en vías de desarrollo, convirtiéndose en algunos casos en un "monocultivo". En 1996, la organización no gubernamental del Reino Unido Tourism Concern (Preocupación por el turismo), cuyas campañas tienen como objetivo un turismo justo, publicó el libro "Trading Places - Tourism as Trade" (Vendiendo destinos: el turismo como negocio"), en el que se subrayan las repercusiones del turismo como artículo de exportación comercial en las economías del hemisferio sur, y los efectos de los acuerdos comerciales internacionales, tales como el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS), que incluyen el turismo en el contexto de los programas de ajuste estructural y de la deuda externa. Los estudios realizados en varios de estos países demostraron que, en lugar de aportar beneficios económicos, el turismo en los países en vías de desarrollo que se esfuerzan en devolver la deuda internacional, tiende a exacerbar la pobreza y la degradación medioambiental y sociocultural, especialmente en los sectores menos favorecidos de las comunidades "de acogida" locales. El proceso de globalización y liberalización, legalizado dentro del marco de este acuerdo (GATS), y gestionado por la Organización Mundial del Comercio, ha servido para seguir reduciendo el control de los productores locales y proveedores de servicios a pequeña escala, en favor de la mejora de las economías de estos países. Las poderosas corporaciones turísticas de los países industrializados que controlan este mercado gozan ahora de permiso para tomar las riendas de los negocios locales dedicados al turismo, en destinos que intentan hacer frente a tan fuertes competidores. Para muchos de estos países, el turismo es un nuevo sector, por lo que dependen casi completamente de la inversión extranjera para poder contar con una infraestructura turística, debido a su estado de pobreza y endeudamiento. Los generosos incentivos a la inversión que se ofrecen a las empresas extranjeras hacen que la economía y las comunidades locales se vean privadas de sus ya escasos recursos, como por ejemplo el agua y la electricidad. Las importaciones, cuyo precio es mayor que los ingresos recibidos por exportaciones, aumentan para satisfacer los gustos de la gran variedad de turistas extranjeros, que la producción local no puede suministrar. Todo esto indica que en muchos países en vías de desarrollo, los costes de la introducción del turismo como sector productivo, en ocasiones puede ser mayor que los beneficios, especialmente en las comunidades locales menos favorecidas social y económicamente. Acción comunitaria en los destinos Como respuesta a las desigualdades económicas en aumento, las comunidades están empezando a organizarse. Ya existen varias iniciativas turísticas a pequeña escala repartidas por todo el mundo, gracias a las cuales los habitantes de pueblos y comunidades indígenas intentan incorporarse al negocio del turismo para ganarse la vida modestamente con escasos recursos, en ocasiones no solo por motivos económicos, sino también para contrarrestar la discriminación y el abuso que sufre su cultura por parte de la industria turística local o extranjera. Cabe destacar estos tres ejemplos: En Gambia, los empresarios del turismo a pequeña escala se han organizado en una asociación (ASSET) que actúa como grupo de apoyo y ofrece formación, comercialización y financiación a las empresas dedicadas al turismo a pequeña escala. Por otra parte, recientemente la presión pública consiguió que el gobierno prohibiera las inversiones extranjeras para el turismo de tipo "Todo incluido", según el cual los turistas pagan un importe en el que se incluye todo, desde el alojamiento a las bebidas y otras distracciones. Esto significa que los proveedores de servicio locales no obtienen ningún beneficio de sus negocios. En Namibia, la asociación Namibia Community Based Tourism Association (NACOBTA, Asociación de turismo basado en comunidades de Namibia) se creó en 1995 para aumentar los beneficios del turismo en las comunidades negras empobrecidas por los efectos del ya desaparecido sistema del apartheid. Gestionada por el gobierno, la asociación NACOBTA pretende conseguir la capacitación social y económica de las comunidades participantes, a través de la formación, la asesoría a empresas, la comercialización y la asistencia en el desarrollo de productos. Una de las operaciones turísticas previstas es un safari para observar la vida salvaje, con un campamento de tiendas en un paraje remoto del noroeste de Namibia. Se gestionara como una sociedad en participación (joint venture) entre el operador turístico y la comunidad, que compartirán los ingresos, lo cual supondrá incalculables beneficios para las comunidades agrícolas en forma de trabajo, formación e ingresos colectivos. En Sudáfrica, la iniciativa Fair Trade in Tourism Initiative (Comercio Justo en el Turismo) ha creado una red de pequeños empresarios y organizaciones comunitarias, de la cual han surgido una serie de criterios de comercio justo en relación con el turismo, tales como la repartición justa, democracia, respeto, fiabilidad, transparencia/responsabilidad y sostenibilidad. Existen muchas otras iniciativas de este tipo repartidas por todo el mundo1, algunas ya en funcionamiento o bien en fase inicial. En la actualidad, puede que tales iniciativas parezcan pequeñas gotas en un océano de multinacionales, sin embargo, representan una tendencia en aumento, que podría determinar el cariz del turismo internacional en el siglo XXI. En los destinos turísticos en los que la comunidad se haya organizado y convertido en una fuerza poderosa y reconocida a nivel social y económico, las corporaciones transnacionales, ya sean extranjeras o nacionales, y el gobierno del país en cuestión, se lo pensarán dos veces antes de ceder tierras y recursos, o de desplazar a sus pobladores, en pro del desarrollo turístico. Las comunidades y pequeñas empresas deben implicarse como interesados al mismo nivel en el proceso de desarrollo turístico. Deben tener acceso a los derechos sobre el territorio, la información, la tecnología y la generación de ingresos. Las comunidades asimismo deben contar con la posibilidad de decir "no" al desarrollo turístico, en favor de otras opciones económicas sostenibles, más adecuadas a sus circunstancias. * Coordinadora de políticas de Comercio Justo en el Turismo (Tourism Concern) 1 Tourism Concern ha publicado Community Tourism Guide . Se puede obtener copias a: Tourism Concern, Stapleton House, 277-281 Holloway Road, London N7 8HN - Web: www.tourismconcern.org.uk
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