Reunidos durante cinco días en Beirut, por invitación del Consejo Cultural del Sur del Líbano para la celebración del Foro Internacional sobre "Gobernanza y Ciudadanía: por una renovación del pensamiento político", actores sociales e intelectuales de la China, India, Australia, Armenia, Alemania, Francia, Italia, Senegal, Ruanda, Brasil, Argentina, Ecuador y Chile, así como árabes originarios de Egipto, Sudán, Emiratos Árabes, Siria, Irak, Palestina y Líbano (ver lista de participantes al final del artículo) publicaron una declaración de la que presentamos algunos extractos.

La mundialización puede ser fuente de una acentuación de la desigualdades sociales y económicas, no tan solo entre Norte y Sur, sino también entre ricos y pobres en el mismo seno de cada sociedad, en todas partes del mundo. Los desarrollos científicos y productivos que genera pueden agravar la degradación de la biosfera y el medio ambiente y poner en peligro la vida sobre la Tierra.

Ahora bien, también puede ser una oportunidad para la humanidad, si los hombres y las mujeres que actúan y luchan en todas las regiones del mundo para construir un mundo responsable y solidario, llegan a reunir sus esfuerzos.

Los movimientos sociales

Los cambios económicos y sociales provocados por la profunda transformación de las sociedades industriales y rurales, así como la toma de conciencia de sus derechos por parte de NÚMEROSos sectores sociales, conducen a nuevos actores sociales a tomar parte activa en la escena social y política, especialmente las mujeres y los jóvenes, pero también las redes de agricultores, los movimientos indígenas, las redes ecologistas, etc. Estos nuevos actores sociales no compiten con las organizaciones sindicales o los partidos políticos, sino que buscan vías para que el conjunto de las organizaciones sociales que obran por un cambio en profundidad de la situación actual puedan encontrarse y reforzarse.

Los partidos políticos

Tienen un papel importante que jugar en la revitalización de la vida política, pero la mayor parte de ellos se encuentran en una situación de profunda crisis y estando la mayor parte de ellos alejados de los ciudadanos y electores, cuando no son fuentes de corrupción y burocracia. Una nueva articulación de todos los componentes de la sociedad civil se hace indispensable para que las asociaciones de ciudadanos, los partidos, las organizaciones de todo tipo puedan reforzarse mútuamente. Más allá de toda estructuración de la sociedad civil, los movimientos sociales y los pueblos son los principales protagonistas del cambio de nuestras sociedades.

Los intelectuales

Los intelectuales que reflexionan sobre la elaboración de nuevas teorías del cambio social sin alejarse de los movimientos sociales, encuentran evidentemente su lugar en esta perspectiva. Deben posicionarse en una función de apoyo a la sabiduría y a la creatividad de los actores sociales. Un nuevo conocimiento del mundo se elabora en el seno de las diversas organizaciones de mujeres, jóvenes, agricultores, artistas e intelectuales. Una nueva relación con el saber científico y la reflexión filosófica debe ser reencontrada por parte de todos los hombres y todas las mujeres que obran por un mundo más solidario.

El Estado

El Estado, en ciertas regiones, sigue siendo un importante instrumento de organización y regulación de la vida en sociedad. Ahora bien, los Estados limitados a sus fronteras nacionales se han vuelto impotentes. La mundialización reclama una nueva escala de regulación supra-estatal, capaz de responder a los desafíos económicos, políticos, militares, que el sistema de la Organización de las Naciones Unidas y otras agencias multilaterales ya no pueden asumir. La búsqueda de una nueva organización susceptible de responder a los desafíos contemporáneos de la gobernanza entre las sociedades, es una de las tareas esenciales para los próximos años.

La Cultura

La cultura, en su diversidad, es un medio preponderante de valorización del nuevo espacio que las diversas comunidades, pueblos o movimientos sociales retoman en las sociedades actuales. Las culturas, pero, están igualmente habitadas por estructuras de dominación; pueden ser fuente de atrincheramientos identitarios que paralizan las dinámicas sociales y de conflictos en el seno de una misma sociedad.

La mundialización vehicula una cultura dominante que homogeneiza las distintas manifestaciones artísticas o deportivas y estandariza los hábitos y los comporta-mientos, desestructurando irreparablemente las visiones y costumbres desarrolladas por las diversas comunidades culturales.

Una articulación fecunda entre la diversidad cultural que nos enriquece y la unidad que nos refuerza, es una de las tareas mayores que la renovación del pensamiento político debe asumir.

La Democracia

La democracia es un proceso histórico y un sistema político que debe ser conjugado en plural. Las distintas trayectorias y experiencias políticas de las sociedades de Asia, Africa, América Latina, así como en los países del Norte muestran que los pueblos han construido ricos y complejos sistemas de regulación social que es preciso valorizar. Los sistemas políticos democráticos de las sociedades occiden-tales actualmente están en crisis. Es pues urgente encontrar nuevas fórmulas e instituciones capaces de articular la vida política de las sociedades actuales y futuras. El papel de las redes asociativas, los foros de ciudadanos, las distintas organizaciones de la sociedad civil, incluida la renovación de los partidos políticos, son elementos de respuesta a este desafío.

Una nueva estructuración mundial de las iniciativas de los hombres y las mujeres que luchan para cambiar este mundo es algo urgente. No debemos repetir los mecanismos de funcionamiento del pasado ni erigir una institución burocrática. La Alianza por un Mundo Responsable, Plural y Solidario es una experiencia innovadora que contribuye a este esfuerzo de búsqueda de una nueva dinámica internacional e intercultural; en la perspectiva de un fortalecimiento mutuo de los esfuerzos de los hombres y mujeres que, en todas las regiones del mundo trabajan para vivir en paz, dibujando un camino fecundo para que la mundialización actual se transforme en un proceso social, democrático y solidario.

* Participantes del encuentro de Beirut: Líbano: Mr. Habib Sadek, Dr. Charbel Nahhas, Dr. Fawwaz Trabolsi, Dr. Wajih Kawtharani, Dr. Kamal Hamdan, Dr. Mohamad Ali Mokalled, Dr. Jacques Kabanji, Mr. Kamil Dagher, Mr. Ziad Majed; Egipto: Dr. Fawzi Mansour, Dr. Abdel-Ghaffar Chokor; Irak: Dr. Issam Al-Khafajeh; Palestina: Dr. Maher Charif, Dr. Hussein Aboul-Naml; Siria: Dr. Samir Attaki, Dr. Georgette Atiyyeh; Sudán: Dr. Haidar Ibrahim Ali; India: Amiral Ramdas, Lalita Ramdas; China: Wang Yi; Australia: Brett Solomon; Argentina: Ecio Bertellotti; Brasil: Isis de Palma; Chile: Carlos Liberona; Ecuador: Roque Espinosa; Ruanda y Burundi: David Gakunzi; Senegal: Bara Goudiaby; Armenia: Armineh Arakelien; Alemania: Elise Massicard; Francia: Ciryl Wolmark, Manola Rauss, Gustavo Marin; Italia: Alessandro Guiglia

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